UNA NOCHE A PURA BIRRA

                                                                          

   

Cientos de amantes de la cerveza artesanal se reunieron el sábado 22 de abril para disfrutar de #LANOCHEDELASBIRRERÍAS en los barrios de Palermo y Chacarita. El evento organizado por los periodistas Facundo Enrique Soler y Pablo Mileo, amantes de la cerveza y el rock, contó con cuatro bares seleccionados (Funes, Cervecería Nacional, Gaboto y Growlers).

Las cervecerías son cada vez más concurridas por grupos de amigos, la rubia no es la única que se consume pero sigue siendo la más saboreada, aunque la negra y la roja van ganando terreno. Sabiendo que ya existían la noche de las librerías y del museo Facundo Soler pensó en crear una noche para la cerveza: "La idea surgió de casualidad, una vez escribí en un tweet que estaría bueno hacer una noche de las birrerías y terminó sucediendo. A Pablo le gustó la idea y a partir de ahí buscamos lugares con un ambiente ameno, armamos un cronograma, conseguimos descuentos para la gente que se anotó y terminamos brindando contentos".

El evento comenzó a las 19:00 y la primera parada fue en Funes, ubicada en Olleros al 3750, con una fachada rústica, un bar delante y un gran galpón donde se fabrica la cerveza en el fondo que podía ser visitado con un guía. Fanáticos de esta bebida que hasta la tienen grabada en su piel disfrutaron a 50$ cada vaso desde cerveza negra hasta una de trigo con naranja y de la especialidad de la casa, la pinta BAPA (Buenos Aires Pale Ale), una cerveza rubia, ligera y con un toque dulzón. "Me gustó mucho el lugar, es especial para disfrutar de la excelente cerveza artesanal que ofrecen", comentó Nahuel Paz, un joven de 20 años que junto a seis amigos viajaron dos horas desde el oeste bonaerense para llegar a la cervecería.


En la semana previa al evento los que deseaban participar de esta noche debieron subir una historia a Instagram, favear la página y comentar a dos amigos para tener el beneficio de la hora feliz extendida. Dos horas más tarde fue el turno de la Cervecería Nacional (Nicaragua 6080), a 20 cuadras de Funes. Cómo el traslado corría por parte de los asistentes, algunos pudieron llegar en auto, mientras que la mayoría decidió caminar las calles de la noche porteña para llegar a destino. Con un  toque moderno esta cervecería pequeña pero acogedora contenía una barra, donde podías sentarte, y tanto las mesas de afuera como las del interior estaban completamente alborotadas de gente. Para acompañar las pintas había  empanadas de cordero y osobuco cocinadas en unos hornitos eléctricos y diversos sabores de pizzas, la mejor pareja de la consagrada bebida generada a base de lúpulo, cebada y levaduras.

A las 22 los cerveceros se movieron hasta Gaboto Bier Haus, en Fitz Roy 1715, un local bastante grande que se suma a la gran movida de las cervecerías de Palermo Hollywod, con mesas y sillas de un lado, y del otro una mesa comunitaria con barriles y bancos. A pesar de ser bastante amplio y con mayor capacidad que las anteriores cantinas el lugar estaba repleto, con una larga fila para pedir una pinta, confirmando el éxito de esta noche de las birrerías. La hamburguesa era el plato más degustado por los comensales acompañados por  la "ligera y agradable" Red Ale-Oder. A la tercera parada muchos ya se encontraban un poco entonados de alcohol en sangre y llegar a los baños que estaban en el primer piso y se accedían por una escalera empinada se volvió una tarea difícil. Los amantes de los deportes, disfrutaron del partido de NBA entre San Antonio Spurs de Emanuel Ginóbili y Memphis Grizzlies, en los televisores distribuidos en el establecimiento, mientras que otros gozaron de un ambiente con música delicada y muy armoniosa para mantener una charla.


Llegado a las 23 fue el momento de Growlers, en Gurruchaga 1450, con un frente llamativo y una terraza sofisticada fue seleccionado como último punto de encuentro. La esquina en el pasaje Cabrer estaba repleta de un público cervecero cada vez más exigente y las luces colgantes junto a las paredes de la angosta calle aledaña plagada de diferentes grafitis le daban un toque mágico a la velada. Las 20 canillas cerveceras de metal reluciente contenían una gran variedad, liviano, dulce, frutal o amargo, dependía en cada uno seleccionar a gusto la indicada. "Me gustó mucho la atención y me deleité con la estupenda Honey, con ese toque justo de miel, cumplió con creces mis expectativas" detalló Bautista Julián, un joven español que andaba de visita por Buenos Aires y fue uno de los tantos que se acercaron a probar las pintas en el refinado Palermo Soho.

Pero la noche se cerró con una pequeña mancha inesperada. "La idea es terminar con un dj tocando en la vereda y armando una mini fiesta ideal para acompañarlo con una birra" explicaba horas antes Soler. Pero la policía irrumpió en el lugar e impidió que esto suceda, una verdadera lástima, hubiera sido el broche de oro para cerrar el evento. El debut de la noche de las birrerías tuvo mucha repercusión y mantuvo a la gente contenta, por ello no sería descabellado pensar que en poco tiempo se venga otra fiesta cervecera similar.

                                                                                                                    por Gonzalo García

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