El actual panelista de "Balón Dividido" nos cuenta de sus primeros pasos en el fútbol, su etapa en Colombia en la época de Pablo Escobar, su polémica reacción ante Henao y su buena relación con Mauricio Macri.
Con 47 años el ex delantero, Daniel Tilger, disfruta de su
buen momento como panelista en el programa "Balón Dividido" en ESPN y
mantiene una buena relación con el presidente de la Nación Mauricio Macri con
el que juega hace varios años para su equipo de intercounty los fines de
semana. Debutó en Boca siendo hincha de River y tras un puñado de partidos
emigró con 19 años a Colombia, justo en el momento que Pablo Escobar causaba pánico
en el territorio sudamericano.
Aún tiene el sueño de despedirse en Deportes Quindío de
Colombia, club donde se convirtió en ídolo jugando tan solo una temporada en
1996. Su paso por el territorio cafetero fue muy fructífero, aunque no solo
estuvo rodeado de goles sino también de momentos polémicos. Tal vez el más
recordado fue cuando vestía la camiseta de Millonarios en la semifinal de la
Copa Mustang 1999 ante su ex club Once Caldas, luego de marcar un gol le sujetó
los testículos al arquero rival Juan Carlos Henao. Este incidente lo llevó a estar nueve fechas fuera de las canchas. Además en dicho país vistió otras
cinco camisetas: Junior, Deportivo Cali, América de Cali, Independiente Santa
Fe y Sporting de Barranquilla.
¿Cuál es tu relación con Mauricio Macri?
-A Mauricio lo conozco hace muchos años de la época que
estuve en Boca, fui un par de veces a su residencia en Don Torcuato y se formó
una relación de amistad. Hace cuatro o cinco años que junto a unos ex jugadores
jugamos para su equipo, estoy muy contento por el grupo humano maravilloso que
se formó. En este ámbito solo se habla
de fútbol, la política esta totalmente prohibida.
¿Cómo fue tu experiencia en Boca?
-Yo inicié en Boca a los 16, un año y medio después debuté
en primera. Anteriormente no había jugado en ningún lado, no había hecho
inferiores, obviamente jugaba en el potrero del barrio, pero fue mi primera
experiencia profesional. Me quedó mucha relación con los jugadores, era un
plantel de mucha experiencia como Marangoni, Simón, Tapia, Navarro Montoya y
Latorre, quedó una linda amistad, fueron unos años muy buenos.
¿Era complicado jugar en esa época?
-Era durísimo, en esa época aquel joven que llegaba a
primera era por mérito propio y porque realmente tenía condiciones, por suerte
me tocó estar. Después mantenerse fue muy complicado y me tuve que ir a
Colombia.
¿Siendo hincha de River que sentiste al jugar en Boca?
-Nunca lo relacioné, cuando el árbitro tocaba el silbato,
uno trataba de hacerlo de la mejor manera, mi objetivo era llegar a primera y
jugar bien. Buscaba hacer lo mejor para el equipo y para el bien de uno.
¿Le fuiste perdiendo la pasión al club de tus amores en
tu época profesional?
-Creo que no, la pasión sigue estando, eso no se cambia, se
lleva en la piel y en la sangre. De todas maneras le agradezco mucho a Boca,
porque fue el equipo que me vio debutar, que me abrió la puerta
profesionalmente, lo aproveche y por suerte me fue bien.
¿Cómo fue pasar a Colombia con 19 años?
-Fue una experiencia buena, de las mejores decisiones que
tuve en el fútbol. Además me fue muy bien en lo deportivo, aunque en lo
económico los primeros años fue complicado cuando me acentué futbolísticamente
cambió para mejor. Fueron nueve años que realmente fueron maravillosos, aprendí
muchas cosas, me perfeccione profesionalmente y eso me sirvió mucho. Aunque me
quedó la espina de retirarme en Quindío, el sueño de pisar el estadio por lo
menos 10 minutos sigue estando. Siempre dije que la última camiseta que me
gustaría vestir es la de este club, en Armenia me trataron de la mejor manera a
pesar de no conseguir logros, fue un paso muy importante y el cariño por el
club sigue estando.
¿Sentís que Colombia te dio más futbolísticamente que
Argentina?
-Sin duda que si, me hizo crecer no solo en lo deportivo
sino que en lo humano que es lo más importante, es un país maravilloso, me
mostró al mundo y es lo que soy en gran parte porque estuve en Colombia.
¿Te arrepentís de la situación con Henao?
-No me arrepiento de nada, lo tomo como un hecho que paso en
el fútbol y algo que le puede pasar a cualquiera, no es ejemplo pero pasó y
suceden muchas cosas como esas. Me da risa porque a veces la gente lo ve y se ríe,
incluso lo relacionaron con que tenía una mala relación con Juan Carlos y nada
que ver, al rato del partido me llamó y estuvimos hablando. Fue una locura del
momento, me perjudicó tanto a mi como a mi equipo, son cosas que son graves en
el ámbito del fútbol pero estoy tranquilo, se que lo que hice está mal pero
bueno hay que mirar hacia delante.
¿En esos tiempos Pablo Escobar sembraba el terror en
Colombia, se sentía el miedo, la violencia?
-En el ámbito que estábamos nosotros del fútbol la verdead
que no, nosotros nos dedicábamos a jugar y a competir por un torneo muy duro.
Nunca se relacionó el narcotráfico con el fútbol así que por suerte a nosotros
nunca no pasó nada, uno escuchaba cosas en los noticieros pero nada más que
eso.
¿En 1999 tuviste un coche bomba cerca de tu casa, fue una
de las situaciones que te catapultó a volver a Argentina?
-La verdad que no, la ilusión de volver a Argentina siempre
estuvo quería demostrar futbolísticamente lo que era. Después se relacionó que
salí de Colombia por los carros bombas y nada que ver, lo dije en una nota que
me perjudicó mucho pero el motivo principal era el querer triunfar en mi país.
Ya pasó hace un tiempo atrás soy de las personas que mira hacia adelante y el
cariño que le tengo a Colombia sigue estando y siempre va a estar.
¿Cómo fue tu paso por Durazno F.C en el ascenso de Uruguay?
-Fue una experiencia linda, era una ciudad en la que uno
estaba tranquilo y se podía sentar a tomar mate, disfrutaba de la gente. La
ciudad de Durazno de Uruguay es algo maravilloso, a mi familia y a mi nos
encantó, era una ciudad con pocos habitantes en la que conocés a toda la gente,
fue un paso lindo. Jugar en la B de Uruguay fue duro, ahí veías al verdadero
talento, se parecía al ascenso bajo de Argentina la C o D, a pesar de los
inconvenientes extrafutbolísticos el uruguayo vive este deporte de una manera
increíble.
¿En Villegas, tu barrio de origen, diste tus primeros
pasos en el fútbol?
-Fue el que me enseñó a conseguir cosas, el barrio, los amigos,
la familia, siempre la raíz es el que lleva a un árbol a ser grande, que sea
sólido, duro. En su momento fue duro, pero me ayudó mucho para formarme a
futuro. Jugaba en un club llamado Juventus, teníamos la camiseta de Millonarios
porque el técnico era relacionado con Colombia, ya de chico tuve relación con
este país que tanto me dio y fue ahí en ese potrero donde me inicié.
¿Te interesaste por algún otro deporte que no sea el fútbol?
-Me gustaba el tenis, le tomé cariño al jugar a la paleta en
la vereda con amigos, era una profesión muy individual, depende de uno, pero no
mucho más que eso. La situación económica no era buena y para ser tenista hay
que tener un colchón de dinero muy amplio y no fue posible. Por suerte me
dediqué al fútbol y me fue muy bien.
¿Cómo llegaste a la televisión?
-Me da la posibilidad WinSport de Colombia en un programa de
comunicación, me fui ambientando, fue una experiencia única, no es fácil entrar
a la TV y ser panelista, tuve la suerte que me contactaron. Ahora estoy muy
contento al estar en un canal tan importante a nivel internacional como lo es
ESPN en "Balón Dividido" y llegué a comentar algunos partidos del
fútbol argentino que salen a Latinoamérica, estoy aprendiendo y agradezco a
todos los que me ayudan en esta nueva profesión.
por Gonzalo García




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